miércoles, 23 de noviembre de 2011

EL DÍA DE ANTES

Hacía mucho tiempo que no escribía y es que en ocasiones empezamos a hacer algo porque nos apetece, le dedicamos tiempo, cada vez más y poco a poco esa afición termina por convertirse en obligación. Para mí escribir es tener algo que contar, es poder ponerle palabras a algo y que ese algo tenga contenido y merezca la pena ser leído, pero por encima de todo es una afición, algo que me divierte y cuando escribir ganó en obligación perdió en necesidad y perdió en diversión.
La vida ya tiene demasiadas obligaciones y horarios como para auto-infligirte más y esto en mí es algo recurrente. Cuando empecé a correr lo hice por lo que empezamos la mayoría, coger algo de forma, perder algo de peso, vamos intentar frenar de alguna forma el paso del tiempo y poco a poco correr, eso que tanto me divertía empezó a convertirse en otra obligación, en exigir cada vez ritmos más altos, entrenamientos más intensos y paulatinamente, casi sin darme cuenta, pasó de diversión a obligación con todo lo que conlleva una planificación exigente, como es el no llegar a los objetivos previstos y en lugar de acabar con la dulce sensación de haber hecho algo que te gusta, acabar con el amargo sabor del fracaso.
¿Qué me lleva a escribir hoy? una canción, "The day before the day" de Dido, si alguno no la ha escuchado todavía puede hacerlo en este enlace "The day before the day". ¿Qué tiene de especial esa canción? aparte de ser un tema precioso en cuanto a composición y contar con la melancólica voz de Dido, su letra es un canto a vivir hoy.
Todos tenemos fechas marcadas en el calendario, cumpleaños, aniversarios, o cualquier efeméride e intentamos planificar ese día para que todo salga perfecto y qué hay del día de antes, de todos los días de antes, de todo ese tiempo que, en muchos casos, dejamos pasar, ¿qué pasa si el día que tenemos marcado en el calendario nunca llega?
Vivimos hoy como si el mañana estuviera garantizado, como si no nos fuera a ser negado y sólo hay una cosa cierta en la vida y es su fin, no sabemos cómo y no sabemos cuándo, ojalá sea de la mejor forma posible y lo más lejos posible del día de hoy, pero la verdad es que es un dato, afortunadamente, desconocido.
¿Carpe diem?, no, tampoco es eso, pero si mañana no existiera ¿vivirías hoy cómo lo estás haciendo?, es probable que en algunos casos la respuesta sea afirmativa, pero en muchos casos, me atrevería a decir que en la mayoría, la respuesta sería no, y probablemente no dejaríamos que esa discusión sin importancia nos mantuviera sin hablar, ni perderíamos la oportunidad de decir te quiero a nuestros seres queridos, ni perderíamos la oportunidad de dar un abrazo y de escuchar eso que cada tarde nos parece una sandez, pero que, para alguien, es la cosa más importante del mundo, todo eso que dejamos para otro día lo haríamos hoy porque mañana no podríamos hacerlo
Si tuviéramos esa certeza es más que probable que nos centrásemos en lo importante dejando de lado lo "urgente", no esperes a que llegue el día perfecto en el calendario, intenta hacer perfecto el día de hoy porque mañana sólo es un sueño.

Y si no hubiese mañana, ¿sabrías que te quiero?
¿Sabrías cuánto te echaré de menos?
Y si no hubiese mañana, ¿sabrías que he muerto?
¿Qué no quiero frío ni estar tan lejos?
Moriré del todo o seguiré vivo en tu recuerdo
Enterrarán conmigo lo que no pude conseguir
Quizás después de todo mi epitafio debiera decir
Pido disculpas por haberme marchado, lo siento