miércoles, 29 de diciembre de 2010

HASTA CUÁNDO

Llega fin de año y yo prefiero ver que no acaba que lo que llega no es un final, es un nuevo año y hoy intentaré dotar de optimismo mis pensamientos y ya digo de antemano que es difícil.
En el nuevo año depositamos deseos, esperanzas, ilusiones y adquirimos compromiso para realizar aquello que el día que marca un nuevo comienzo parece alentar, empezar a hacer deporte, dejar de fumar, perder peso.. y tantas cosas que quizás debimos hacer, decisiones que debimos tomar y que a lo largo del año ya terminado ni hicimos, ni tomamos envueltos en un millón de, en muchos casos, absurdas excusas.
Pero hay algo que sí pasará el primer día de 2011, nuestra vida será un poco más difícil y más cara, con el fin de ayudar a "saber su precio y a ahorrar" nos suben la luz un 9,8%, el gas un 3,9%, cercanías un 3,1% y la lista sigue, arguyen que sabiendo lo que cuesta pondremos en marcha nuestras propias medidas de ahorro, claro a la mayoría de los españoles nos da por derrochar y regalar el dinero a las pobres compañías eléctricas manteniendo encendida la luz y todos los aparatos eléctricos de la casa, los usemos o no.
Esto se está pareciendo cada vez más al "bullying" de los colegios, en el que el abusador, el gobierno en este caso, nos acosa y hostiga desde su posición de fuerza y quedamos a su merced, subida de impuestos, prohíbición de fumar, jubilación a los 67, abaratamiento del despido, malas condiciones laborales, paro, subida de precios y además como en el bullying es sólo el principio, parecemos abocados a que no haya jubilación, a un despido libre, a una inflación por las nubes que, como en el bullying generará secuelas psicológicas, a más de uno se le ve ya triste, solitario, nervioso y sin ganas de vivir.
No sé si las medidas adoptadas nos sacarán de la crisis, ni sé si son correctas, creo que son, pese a que sean impopulares, fáciles de tomar, a fin de cuentas siempre paga el mismo, el abusado, el que atemorizado de momento no se atreve a levantar la voz ni a rebelarse contra el abusador. Me pregunto por qué un país como este debe tener 17 comunidades autónomas, por qué tanto trabajo libre de cotización, aquí más de uno dirá, es que yo si no es por ese trabajo no llego a fin de mes y no digo que no trabajen, digo que se regule, cuántos hay que tienen en nómina un salario y cobran en "B" mucho más, eso influye negativamente en la economía de todos nosotros, por un lado hay una parte que no cotiza ni la empresa, ni el trabajador y por otro tienen derecho a ayudas que no les debieran corresponder.
Hasta cuándo se van a seguir tomando medidas que generan presión siempre en la misma dirección, hasta cuándo vamos a seguir aguantando el abuso de nuestros gobernantes, los sindicatos bailan al son que toque el gobierno, la oposición solo piensa en llegar a la Moncloa y nosotros actuamos como si pensar también estuviera prohíbido y no fuéramos conscientes de que somos quien realmente tiene la fuerza, el derecho y la obligación de cambiar aquello que está mal y perjudica el interés común.
Feliz año!

miércoles, 22 de diciembre de 2010

LA MIRADA ESQUIVA

Navidad, un tiempo para disfrutar de nuestra gente, para brindar y para celebrar, para comer, para beber, para regalar, para derrochar alegría, sentimientos y dinero. Hoy es 22 de diciembre, el día de la lotería, día en que muchos son tocados por la diosa Fortuna y beberán hasta emborracharse pero para una mayoría es un día más, un día que tienen que seguir buscando un trozo de pan que comer y un poco de agua sucia con la que saciar la sed.
No busco remover conciencias, todos somos conscientes de que la vida es así y asistimos a una trágica función en la que podemos apartar la mirada, cerrar los ojos y simplemente esperar a que llegue aquello que no nos parte el corazón en dos.
La foto que hoy acompaña mis palabras es de Kevin Carter con la que ganó el Pulitzer en 1994, la historia, quizás leyenda, dice que Carter esperó durante más de 1/2 hora a que el buitre abriera sus alas, cosa que no ocurrió y que no se sabe qué pasó con la niña porque una vez realizó la fotografía se marchó, lo cierto es que tiempo después se suicidó, dicen que atormentado y sumido en una depresión por abandonar a la niña tras tomar la fotografía.
Más allá de la leyenda que acompaña la fotografía, es posible ver una realidad quizás lejana, sí, pero real, una realidad dura, cruel, agónica. Podemos apartar la vista, podemos evitar oír su llanto y no percibir el olor de la muerte, podemos, pero desgraciadamente nuestra mirada esquiva o mirar solamente aquello que queremos ver no lo hace menos real.
En un mundo en el que todos esperamos que alguien se ocupe de los problemas, en el que ya no creemos en nada, nos sentamos en nuestro círculo, aquel dónde nos sentimos seguros y vivimos ajenos a un mundo roto e inmisericorde quejándonos de que la cerveza no está lo suficientemente fría.
Hoy día de la suerte acordémonos un poco esa parte del mundo dónde la Navidad sólo es un día más.

martes, 21 de diciembre de 2010

LA MUERTE DE LA CREATIVIDAD

Hace tiempo oí hablar de un experimento descrito en un libro de Adrián Paenza "Matemáticas, ¿estás ahí?" en el que con monos se intentaba emular el comportamiento de las sociedades humanas, no sé si es real porque salvo el libro de Paenza, nunca encontré evidencias de que el experimento fuera realizado. En dicho experimento supuestamente se encierra en una habitación a 5 monos, en el centro de la habitación cuelga del techo un manojo de plátanos y repartidos por la habitación se encuentran diversas herramientas para facilitar el acceso a los plátanos, cajas, una escalera, una mesa, etc.
Cuando los monos intentan coger los plátanos utilizando alguna de esas herramientas son rociados con agua helada, después de un par de intentos los monos se consideran advertidos y si alguno de ellos vuelve a intentarlo el resto de los monos se lo impide, empleando la fuerza si es necesario.
Llegado este punto el experimento continua, uno de los monos es reemplazado por otro, que por supuesto no ha participado hasta ahora en el experimento. Este nuevo mono ve los plátanos e inmediatamente trata de cogerlos utilizando cualquiera de las herramientas a su alcance y automáticamente el resto de los monos se lo impide y nuevamente usando la fuerza necesaria con el fin de no volver a ser rociados con el agua helada, un par de intentonas más tarde el nuevo mono sabe que al coger una herramienta para intentar coger los plátanos será golpeado por el resto del grupo.
Otro mono del grupo inicial es reemplazado por uno nuevo y en cuanto intenta coger una herramienta es masivamente atacado, incluso el mono que había entrado antes que él, que no había experimentado el agua helada, le golpea con entusiasmo. Se reemplaza un tercer mono por otro nuevo y en cuanto coge una herramienta, el resto del grupo le golpea sin compasión y ahora ya hay dos monos en el grupo que golpean sin saber qué consecuencias traía el intentar cogerlos. El experimento continua hasta que el último mono del grupo inicial también es reemplazado, cuando este último mono intenta usar una herramienta para coger los plátanos es golpeado salvajemente por el grupo y un par de intentos después la regla ha quedado establecida, "no se pueden coger herramientas", pero ahora ninguno de los monos que componen el grupo tiene razones con las que argumentar un comportamiento tan agresivo.
Quizás sea excesivo comparar una sociedad humana con un grupo de monos pero, ese comportamiento es observable en cualquier ámbito, en el trabajo, en un grupo de amigos, en el colegio, muchas veces el último que llega trae ideas innovadoras que le costará poner en marcha porque los compañeros le dirán que es imposible, que con eso no se gana tiempo porque no ha tenido en cuenta ciertos detalles, o simplemente le pondrán trabas para llevarlo a cabo.
Todos tenemos una creatividad que poco a poco es asesinada por la sociedad que nos rodea, ya de niños oímos aquello de no hagas eso porque no sirve para nada, o ni lo intentes porque es imposible, cuando lo que tendríamos que oír son palabras de aliento, independientemente de que sepamos que el resultado será nulo se ha de dejar que obtengan esa experiencia, no debemos considerar imposible de realizar aquello en lo que nosotros fracasamos. Los avances, la mejora, el progreso, vienen dados por aquellos que sólo consideran imposible aquello que dejaron de intentar conseguir y los fracasos como las formas en las que no se consigue el objetivo.
No matemos con palabras, ni con acciones la creatividad de aquel que todavía la conserva.

lunes, 20 de diciembre de 2010

¿FELIZ NAVIDAD?

Todos los años llega, estamos atrapados como Phil en el día de la marmota, inexorable se acerca y no hay dónde esconderse, todos los años oímos las mismas frases, que cada año empieza antes, este año no tengo ganas de Navidad, todos los años se repiten las mismas situaciones, los regalos, las fiestas, las felicitaciones, el turrón, él que se ha bajado una cucharilla en el bolsillo y pide una botella de anís con la que acompañar a la percusión los manidos villancicos que año tras año cantamos, el grupo de chavales pidiendo el aguinaldo, las panderetas... y actuamos como si un ente superior nos depositara cual figuritas en nuestro particular Belén y visto así, espero que este año tampoco me toque ser el caganet.
Puede que todo eso que muchos tenemos en la cabeza (o quizás todos), sea verdad, puede que sea una época de hipocresía y que cada año sea más una fiesta pagana lejos de la liturgia cristiana en la que celebramos el nacimiento de Jesús y ya sólo sea una excusa para pasar un rato con amigos y familiares y beber como si una bula nos hubiera sido concedida, puede... pero me gusta.
Tiene momentos de tristeza, no deja de ser una época en la que pasamos o intentamos pasar más tiempo con nuestros familiares y obligadamente evocamos a todos aquellos que no están y a todos aquellos que más sufren su pérdida, volvemos a sentir el vacío que un día nos llenó y desearíamos volver a brindar con ellos, volver a reír y atragantarnos mientras intentamos el imposible de comer 12 uvas en unos segundos, pero él que no está no vuelve, en mi corazón un brindis irá por él y el resto por los que estamos y porque sigamos compartiendo muchas Navidades.
Me gusta saber que volveré a ver a mi gente, que volveré a beber y a reír con ellos, me gustan los dulces de Navidad, me gusta ver mi ciudad envuelta en miles de luces de colores, me gusta ver la ilusión de los más pequeños al escribir la carta a los Reyes Magos, me gusta ese gordo vestido de rojo trepando por todas las terrazas del barrio haciendo competencia desleal a sus majestades de Oriente, me gusta que el presentador de las campanadas se vuelva a equivocar, me gusta saber que ha pasado un año más, me gustan los cientos de propósitos que pretendemos empezar en año nuevo, bueno casi mejor cuando acaben las fiestas, me gustan los saltos de esquí de año nuevo, me gusta quejarme por todo lo que en esta época acontece. En definitiva y por mucho que me cueste admitirlo la Navidad tiene algo, es especial, es mágica, es un adiós y un hola, es el paso de la despedida del año que pasó a la bienvenida de un nuevo comienzo, con una puerta que se abre en la ingesta, casi agónica, de doce uvas y que nos abre de nuevo la posibilidad de empezar otra vez.
La ilusión vuelve a nosotros, no cubráis de realidad la felicidad al niño que un día disfrutaba con inocencia de la magia, el año tiene cincuenta semanas más para hacerlo.
Feliz Navidad!

lunes, 13 de diciembre de 2010

UNA DIFÍCIL ELECCIÓN

Nos pasamos la vida eligiendo y es que si observamos detenidamente, todo en la vida consiste en realizar una elección, desde el preciso instante en que nos despertamos y hemos de tomar la decisión de levantarnos para no llegar tarde o remolonear 5 minutos más que ya recuperaré en el desayuno, cuando abrimos la puerta del armario y elegimos qué ropa nos podremos hoy, qué zapatos, tomo café o leche, tostadas o magdalenas. Y cada una de la opciones y decisiones que tomamos implica que, al menos hemos desechado una, y por eso es tan importante saber elegir.
En general, la mayor parte de las elecciones que tomamos al cabo del día tienen su base en la experiencia, es decir, anteriormente hemos tenido que elegir entre las mismas opciones y hasta es probable que en diversas ocasiones hayamos optado por una u otra indistintamente y por eso sabemos qué decidir, sabemos qué opción se ajusta mejor a nuestros intereses sin necesidad de llevar a cabo un análisis de la situación.
Lo complicado es tener que elegir ante algo nuevo o desconocido o cuando no sabemos las implicaciones de nuestra elección o cuando la decisión a pesar de no ser nueva, ni desconocida es importante, como poco, es importante para nosotros. Es en ese momento cuando tratamos de aplicar técnicas de decisión, científicas y tan complicadas como un PERT con su elaborada hoja de cálculo o tan sencillas como poner en la balanza los "pros" y los "contras" de una y de otra y decidir en base a qué lado se incline el brazo de la balanza.
Es indudable que todos sabemos qué está bien y qué está mal entonces, si es así así, por qué a veces es tan difícil elegir, no quiero meterme en cuestiones filosóficas acerca del relativismo moral pero tampoco es una pregunta retórica, ni fácil de contestar, es probable que en la mayoría de las ocasiones elijamos simplemente porque es lo más fácil de acometer o lo que menos problemas nos ocasionará, pero no nos confundamos, que sea una decisión aparentemente fácil de tomar no quiere decir que sea correcta, ni siquiera quiere decir que sea fácil, ni mucho menos que sea lo mejor para nosotros.
Hay situaciones en las que creemos que no tenemos elección, que las circunstancias de la vida o el destino nos han llevado a ese punto en el que hoy nos encontramos, circunstancias con las que no hemos tenido nada que ver y que nos colocan en la frustrante situación de creer no tener nada que hacer.
Todos hemos sufrido un desamor, una pérdida, un desengaño, una traición, una derrota y nos hemos preguntado por qué la vida es injusta, por qué se ensaña con nosotros, la respuesta a esos "por qués" es fácil, porque la vida es así y porque afortunadamente el destino no está escrito, el destino sólo es un folio en blanco y tu vida es la pluma con la que escribir la única novela en la que tú, eres el protagonista y en la que no decides cuándo o dónde pero sí cómo quieres vivirla.
El único tiempo perdido es aquel en el que no has aprendido algo, de todo lo malo que me ha pasado he aprendido dos cosas, la vida no es eterna y la felicidad no dura siempre y cuando alguien te falla, cuando alguien te falta, tienes dos opciones, puedes agachar la cabeza y compadecerte de ti mismo y de lo cruel que la vida ha sido contigo o puedes levantar la cabeza, dar un paso al frente y seguir viviendo, porque la vida no es eterna pero es única, porque la felicidad no dura siempre pero cada momento que te sentiste feliz permanecerá siempre en tu memoria y porque el dolor más intenso me hizo apreciar mucho más cada momento que sigo pudiendo disfrutar de vosotros.
De todas las opciones posibles yo elijo sonreír a la tristeza y seguir viviendo, quizás no sea lo más fácil pero... ¿conoces algo mejor?