jueves, 25 de noviembre de 2010

ENTRE CUATRO PAREDES

Tantos recuerdos quedarán ahí, encerrados entre las cuatro paredes que hasta hoy formaron mi hogar, todos, incluso aquellos que olvidé renacerán, buenos, malos, peores y mejores, desde el primer paso de mis dos pequeños ángeles, hasta el último que daremos para salir, todos ellos volverán a mi memoria evocando la felicidad de un pasado que nunca volverá. Nos llevamos una parte, la que siempre nos acompañará esculpida a golpe de sentimiento en la memoria, empapada en lágrimas que trataré de enjugar con la alegría de quien siempre me acompaña y da sentido a este viaje.
Hoy no pesa lo que nos llevamos, hoy pesa lo que no nos podemos llevar, todo aquello que hemos de dejar atrás y no es poco, pero sé que la enorme tristeza que me acompaña es sólo el telón que tejido con el hilo del recuerdo da fin a este acto y que de nuevo abrirá para dar paso al siguiente.
Mañana quizás todavía se escuchen risas, pequeños pasos, algún sollozo y algún grito, no temáis amigos, no temáis porque no son más que la voz de nuestro pasado, luchando por alcanzar este presente negado a todo lo que ya pasó.
Cuatro paredes que he de dejar atrás con amargura porque después de todo fue la felicidad y el amor quien nos acompañó en todo este tiempo, es ahora cuando me doy cuenta de que nunca he agradecido lo mucho que por mí han hecho mi amor y mis pequeñas, quizás nunca lo hice porque no hay forma de agradecer tanta generosidad, ni tanto amor dado a ciegas, sin esperar nada por ello y aunque sé que no compensa en modo alguno, gracias, os quiero.

No hay comentarios:

Publicar un comentario