miércoles, 2 de marzo de 2011

ECLIPSE DE SOL

Era otra época, otro tiempo, en el cielo no había luz y sólo a lo lejos se adivinaba alguna estrella, la oscuridad reinaba en la tierra, fue entonces que un astro se acercó y la vio a ella, la observó desde lejos, nunca había visto tanta belleza y desde aquel primer momento supo que cada latido de su corazón sería por ella.
Un día, no importa cuándo, un día cualquiera consiguió la valentía suficiente para acercarse a hablar con ella:
- Hola mi nombre es Sol, ¿cómo te llamas? - Susurró
- Selene - Contestó sonriendo.
- ¿Sabes? - Le dijo el Sol:
Desde hace tiempo te miro
Y tu magia me tiene preso
No puedo apartar la vista de ti ni por un momento
Enigmática y misteriosa, atravesando el firmamento
- Soy pequeña y así me siento, menuda en medio del universo. - Contestó Selene.
- Serás mi niña, Luna de azúcar y desde hoy te juro amor eterno. - Replicó el Sol.
Ella le cantó una canción al oído de la que únicamente él podía escuchar su letra:
Apareciste de la nada y me diste todo
Alegría y tristeza, excitación y calma
Ahora todo el tiempo me parece poco
Siento que tus halagos me llegan al alma
Tu luz ilumina mi camino
Tu voz es mi sonrisa
Tu verdad mi destino
Durante días, quizás durante años o quizás milenos, es imposible saber cuánto ha pasado cuando no se mide el tiempo, el Sol cortejó a su Luna y mil veces le dijo te quiero.
Pero un día Selene con lágrimas en los ojos cogió el puñal de la despedida y le asestó un golpe certero:
- No me digas eso Sol, yo no te pertenezco, mi sito está aquí con las estrellas y con el cielo, con ellos estoy y a ellos me debo. Confundiste las palabras, confundiste los sentimientos, quizás en otro espacio, quizás en otro universo, quizás en otra época pudiera ser amor lo que hoy siento.
El Sol iracundo no pudo o no quiso entenderlas, se negó a creer que su amor no pudiera ser correspondido, él, el Sol, no podía estar equivocado, sin saber qué tienen que ver amor y tiempo y juró quemar su amor y arder eterno.
- Hoy Luna, te digo que arderé por siempre y es posible que nunca más podamos vernos. Ardo prendido del amor que por ti siento y la luz de mi fuego te hará aún más bella y al igual que yo, por siempre lucirás en el azul del cielo.
- Sol, ¿quién sabe?, quizás algún día volvamos a vernos y ese momento será tan grande que nadie podrá verlo y tu fuego se apagará unos instantes entonces te diré las cosas que no quise decirte.


Por eso el enamorado enloquece de amor
A la luz de la luna llena
Por eso ella necesita de la luz del sol
Para sentirse más bella

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